La Filmoteca de la UNAM ofrece una plataforma digital gratuita para ver cine mexicano
La Filmoteca de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), es una institución dedicada a la preservación, conservación, investigación y difusión del patrimonio fílmico mexicano e internacional. Su objetivo principal es resguardar y difundir películas representativas de diferentes épocas, géneros y estilos cinematográficos.
La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), a través de la plataforma digital “Cine en Línea”, de la Dirección General de Actividades Cinematográficas (DGAC)-Filmoteca UNAM, ofrece de manera gratuita casi un centenar de materiales fílmicos de gran valor histórico, correspondiente al período del cine silente mexicano y al ciclo que abarca la historia del país de 1900 a 1990.
El titular de la DGAC, Hugo Villa Smythe, comentó en entrevista que, además, incluye la riqueza del séptimo arte nacional a través de distintos géneros y épocas; "el objetivo es hacer más accesibles los acervos a la comunidad universitaria y a la sociedad en general".
A continuación, te contamos todos los detalles de esta increíble iniciativa.
¿Cuál es la oferta cinematográfica que ofrece “Cine en Línea”?
- Lustros: La vida en México en el siglo XX
- Recorridos por México
- Miradas al Cine Mexicano
- Programas sobre higiene y salud pública en México
- Arcadia: Cine Rescatado y Restaurado de la Filmoteca
- Cine silente
- México naturalmente
- Pintura mexicana
- Tauromaquia
- Testimonios de la historia de México
- El cine en la Revolución Mexicana
- Movimientos Sociales en México
- Leer Cine
- Estrenos
Hay algunas películas muy potentes, por ejemplo “La Otra”, de Roberto Gavaldón, filme con Dolores del Río, que hace un doble personaje; o algunas otras joyitas en movimientos sociales en México; también están disponibles documentales que abordan la construcción de la carretera México-Guadalajara; existe un sinfín de materiales audiovisuales sobre México de los años 40, 50, 60.
Algunos títulos destacables
“Ya nos saquearon” (1993), de Fernando Fuentes; “Y el cine llegó” (1992), de Aurelio de los Reyes; “Y vino el Remolino” (1991), de Manuel González Casanova; “Se está volviendo gobierno” (1992), de Miguel Barbachano Ponce; “La Ciudad de México” (1955), de Juan García Rojas; “La Otra” (1946), de Roberto Gavaldón; “El Cambio” (1971), de Alfredo Joskowicz; “La Viruela” (1948), de Jack Chertok; “El Grito” (1968), de Leobardo López Arretche; “El Compadre Mendoza” (1933) y “¡Vámonos con Pancho Villa!” (1935), ambas de Fernando de Fuentes.
Del cine silente: “El tren fantasma” (1926) y “El Puño de Hierro” (1927), del director Gabriel García Moreno; y “Tepeyac” (1917), de Carlos E. González, José Manuel Ramos y Fernando Sáyago, entre muchas más.
¿Por qué darle una oportunidad?
Hugo Villa Smythe, titular de la DGAC, comentó que el proyecto se creó pensando un poco que, durante la pandemia, la única oferta que estaba recibiendo el público de cine “comunitario” en línea era el de las plataformas pagadas, que para muchas familias era complicado por el tema de la economía, ya que algunas se quedaron sin ingresos por perder sus empleos.
El también productor, cinefotógrafo y supervisor de producción, sugirió que durante las vacaciones nos démonos la oportunidad de verlas;
“...tenemos algunas aproximaciones temáticas interesantes, contamos con un trío de cintas de cultura mexicana, otras sobre miradas al cine mexicano con producciones restauradas por la Filmoteca y, por supuesto, de cine silente mexicano”, expresó Villa Smythe.
Resulta muy desintoxicante liberarse de las series de consumo salvaje. Ver cine, es una forma de vacacionar;
“Desde que se inventó este arte, no solo ha sido un gran entretenimiento de masas, sino una forma de darle acceso a la belleza a grandes públicos y creo que se sigue sosteniendo ahora en otros soportes”, comentó el titular de la DGAC.
La Filmoteca de la UNAM cumple una función esencial en la preservación, estudio, difusión y formación en el campo del cine mexicano. La iniciativa “Vacaciones de Película”, ayuda al enriquecimiento cultural y educativo de la sociedad, así como a la valoración y reconocimiento del cine como expresión artística y medio de comunicación. Darnos una oportunidad de consumir cine clásico en nuestro tiempo libre, ayuda a salvaguardar y extender nuestro patrimonio fílmico a través del tiempo.